Oh Sion, la que moras con la hija de Babilonia, escápate.
¡Sal, pueblo de Sion, tú que estás desterrado en Babilonia!».
El ángel que conmigo conversaba se quedó parado mientras que otro ángel le salía al encuentro.
¡Escapa, oh Sión, tú que habitas con la hija de Babilonia!
Entonces el ángel que hablaba conmigo avanzó y otro ángel salió a su encuentro