¡Pobre de mí! ¡Soy un hombre sin patria que vive entre gente salvaje!
¡Ay de mí, que moro en Mesec, Y habito entre las tiendas de Cedar!
Cuánto sufro en el lejano Mesec. Me duele habitar en el distante Cedar.
¡Ay de mí que en Mesec debo vivir y habitar en las tiendas de Quedar!
¡Ay de mí, que estoy desterrado en Mesec, Y habito en las tiendas de Cedar!
¡Ay de mí, que debo en Mésec residir, en las tiendas de Quedar hacer morada!