A una orden suya, vino una plaga de saltamontes
Habló, y vinieron langostas, Y pulgón sin número;
Habló, y vinieron oleadas de langostas, langostas jóvenes en cantidades innumerables.
Habló y llegaron las langostas y saltamontes, que eran incontables,
Habló, y vinieron langostas Y saltamontes sin número,
Dio la orden y vino la langosta, el pulgón en número incontable,