»No hables mal de un esclavo ante su amo, porque el esclavo podría hablar mal de ti y quedarás en ridículo ante todos.
No acuses al siervo ante su señor, No sea que te maldiga, y lleves el castigo.
Nunca difames al empleado ante su patrón, porque te maldecirá, y sufrirás las consecuencias.
No acuses a un sirviente ante su patrón: si te maldijera, lo tendrías bien merecido.
No acuses al siervo ante su señor, No sea que te maldiga, y seas hallado culpable.
No calumnies a un siervo ante su señor, no sea que te maldiga y lo pases mal.