Si al trigo lo machacas, puedes quitarle la cáscara, pero al necio, aunque lo remuelas, no se le quita lo necio.
Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, No se apartará de él su necedad.
Es imposible separar al necio de su necedad, aunque lo muelas como al grano en un mortero.
Podrías moler al tonto en un mortero, pero su estupidez no lo dejaría.
Aunque machaques al necio con el pisón del mortero, No le quitarás su necedad.
Aunque machaques al necio en el mortero con la maza de moler el grano, no se apartará de él su necedad.