Prever el peligro y evitarlo es actuar con inteligencia; hay que ser muy tonto para no preverlo ni evitarlo.
El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño.
El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón sigue adelante a ciegas y sufre las consecuencias.
El hombre cuidadoso advierte el peligro y se pone a salvo; los ingenuos siguen adelante y lo pagan.
El prudente ve el mal y se aparta, Pero los simples siguen, y llevan el daño.
El prudente ve el peligro y se esconde, los ingenuos siguen adelante para su mal.