No hay nada más absurdo que un tonto viviendo entre lujos, y un esclavo gobernando a reyes.
No conviene al necio el deleite; ¡Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!
¡No es correcto que un necio viva rodeado de lujos ni que un esclavo gobierne sobre príncipes!
No conviene que un tonto viva en el lujo, y menos aún que un esclavo mande a los príncipes.
El lujo no conviene al insensato, ¡Cuánto menos al siervo tener dominio sobre príncipes!
No le cuadra al necio la vida regalada: y menos aún al siervo dominar a los señores.