Para el que anda triste, todos los días son malos; para el que anda feliz, todos los días son alegres.
Todos los días del afligido son difíciles; Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.
Para el abatido, cada día acarrea dificultades; para el de corazón feliz, la vida es un banquete continuo.
Para el infeliz todos los días son malos, el que tiene alegre el corazón está siempre de fiesta.
Todos los días del desdichado son difíciles, Pero el de corazón alegre tiene un banquete continuo.
Todos los días son malos para el pobre, el dichoso goza de perpetuo festín.