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Juan 5:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

3-4 Allí, acostados en el suelo, había muchos enfermos: ciegos, cojos y paralíticos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Una multitud de enfermos —ciegos, cojos, paralíticos— estaban tendidos en los pórticos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 y bajo los pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, tullidos (y paralíticos. Todos esperaban que el agua se agitara,

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos e impedidos.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3-4 Yacía en éstos una multitud de enfermos: ciegos, cojos, paralíticos.

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Juan 5:3
12 Referencias Cruzadas  

Luego les respondió a los dos hombres: —Vayan y díganle a Juan todo lo que ustedes han visto y oído: Ahora los ciegos pueden ver y los cojos caminan bien. Los leprosos quedan sanos, y los sordos ya pueden oír. Los que estaban muertos han vuelto a la vida, y a los pobres se les anuncia la buena noticia de salvación.


Mucha gente llevó a Jesús personas que estaban enfermas. Entre ellas había cojos, ciegos, mancos, mudos y muchos otros enfermos. Y Jesús los sanó.


»¡Qué mal le va a ir al pastor inútil, que no cuida del rebaño! ¡Ojalá que con una espada le corten una mano, y que con un cuchillo le saquen los ojos!»


Es bueno esperar con paciencia que Dios venga a salvarnos,


Pero ustedes, hermanos, tengan paciencia y no se desesperen, pues ya pronto viene Cristo el Señor. Hagan como el campesino, que con paciencia espera la lluvia, y también espera que la tierra le dé buenas cosechas.


Sin embargo, si esperamos recibir algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo con paciencia.


Si todos los días vienes a mi casa y escuchas mis enseñanzas, Dios te bendecirá.


Cuando Jeroboam escuchó lo que el profeta había dicho en contra del altar de Betel, extendió su brazo desde el altar y dijo: «Llévense preso a este hombre». Pero el brazo que había extendido se le quedó tieso y no pudo moverlo más.


Jesús se hizo muy famoso en toda la región de Siria. La gente le traía personas que sufrían dolores y enfermedades, o que tenían demonios. También le traían a los que sufrían de ataques o que no podían caminar ni moverse, y a todos ellos los sanó.


En Jerusalén, cerca de la entrada llamada «Portón de las Ovejas», había una piscina con cinco entradas, que en hebreo se llamaba Betzatá.


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