»Tan enojado está Dios conmigo que me persigue y me despedaza; me considera su enemigo. Me mira con rabia y me muestra los dientes.
Su furor me despedazó, y me ha sido contrario; Crujió sus dientes contra mí; Contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.
Dios me odia y me despedaza en su enojo. Rechina los dientes contra mí y me atraviesa con su mirada.
Su furor encontró a quién desgarrar y me persigue, rechinando contra mí sus dientes. Los ojos de mis enemigos me rodean como espadas
Su ira me desgarra y me hostiga, Rechina sus dientes contra mí, Aguza contra mí ojos de enemigo.
Su rabia me desgarra y me persigue rechinando los dientes contra mí. Mi enemigo me mira de soslayo.