con su abertura en medio de él, como el cuello de un coselete, con un borde alrededor de la abertura, para que no se rompiese.
con una abertura en el centro por donde Aarón pudiera meter la cabeza. Reforzó la abertura con un cuello tejido para evitar que se rasgara.
Había una abertura en el centro del manto, semejante al cuello de un corselete, con una orla alrededor de la abertura, para que no se rompiera.
Y la abertura del manto estaba en su centro, como abertura de malla, con una orla alrededor de su abertura para que no se desgarrara.
Tenía una abertura en el centro, semejante a la de una cota, y un reborde en torno a la misma, para que no se rasgase.