»Dios mío, no niegues tu apoyo al rey que has elegido; acuérdate de la obediencia de David, tu servidor».
Jehová Dios, no rechaces a tu ungido; acuérdate de tus misericordias para con David tu siervo.
Oh Señor Dios, no rechaces al rey que has ungido. Recuerda tu amor inagotable hacia tu siervo David».
Yavé, Dios mío, no rechaces el rostro de tu Ungido; acuérdate de tus favores a David, tu siervo.
¡Oh YHVH ’Elohim, no rechaces el rostro de tu ungido! Recuerda las misericordias para con David tu siervo.
¡Oh Yahveh Dios, no rechaces el rostro de tu ungido, y acuérdate de los favores concedidos a tu siervo David!''.