Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se encendió en ira en gran manera.
Entonces el Espíritu de Dios vino con poder sobre Saúl y se enojó mucho.
Al oír Saúl esas palabras se apoderó de él el espíritu de Dios y se puso furioso.
Al oír estas palabras, el Espíritu de Dios vino poderosamente sobre Saúl, y su ira se encendió en gran manera.
Al oír estas palabras, se apoderó de él el espíritu de Dios y, encendido sobremanera en cólera,