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Levítico 13:6 - Biblia Torres Amat 1825

6 y al séptimo le reconocerá; si la lepra ya no blanquea, ni ha cundido en la piel, le dará por limpio, porque es sarna y no lepra, y el hombre lavará sus vestidos y quedará limpio.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Y al séptimo día el sacerdote le reconocerá de nuevo; y si parece haberse oscurecido la llaga, y que no ha cundido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio: era erupción; y lavará sus vestidos, y será limpio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Una vez cumplidos los siete días, el sacerdote la examinará de nuevo, y si encuentra que la zona afectada ha disminuido y no se ha extendido, el sacerdote declarará a la persona ceremonialmente pura; era solamente una erupción. Entonces, la persona lavará su ropa y quedará ceremonialmente pura;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pasados estos días lo volverá a examinar; si ve que la llaga ha perdido su color y no se ha extendido en la piel, el sacerdote lo declarará puro; no se trata más que de una erupción. El afectado lavará sus vestidos y será puro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Al séptimo día el sacerdote lo examinará de nuevo, y si, he aquí, la llaga se ha oscurecido° y no se ha esparcido en la piel, el sacerdote lo declarará limpio: es una erupción. Lavará entonces sus vestidos y quedará limpio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Al séptimo día, lo examinará de nuevo, y si comprueba que la llaga ha tomado un color pálido y no se ha extendido por la piel, el sacerdote le declarará puro; es una erupción. Lavará sus vestidos y quedará puro.

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Levítico 13:6
23 Referencias Cruzadas  

siempre que cualquier particular de tu pueblo de Israel recurriere a ti con votos y plegarias, y reconociendo la llaga que ha hecho el pecado en su corazón, levantare a ti sus manos en esta casa,


y tú oirás desde el cielo sus oraciones y súplicas, y les harás justicia.


¿Quién es el que conoce todos sus yerros? Purifícame de los míos ocultos,


¿Quién es el que decir pueda: mi corazón está limpio, puro soy de todo pecado?


porque no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y no peque jamás.


No será melancólico su aspecto ni turbulento mientras se establezca en la tierra la justicia; y de él esperarán la ley divina las islas.


y si por necesidad carga con alguno de estos animales muertos, lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta ponerse el sol.


Y el que llevare semejantes carnes, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde; porque todos estos animales son inmundos para vosotros.


Y el que comiere de él o le llevare, lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta la tarde.


El hombre en cuya piel o carne apareciere color extraño, o postilla, o especie de mancha reluciente, que sea indicio del mal de lepra, será conducido al sacerdote Aarón o a cualquiera de sus hijos:


y al séptimo le registrará; y en caso que la lepra no hubiere cundido, ni penetrado más en la piel, le dejará encerrado todavía otros siete días,


Pero si después de haber sido reconocido por el sacerdote y declarado limpio, de nuevo fuere creciendo la lepra, será presentado al mismo


El hombre después de haber lavado sus vestidos, raerá todos los pelos de su cuerpo y se lavará en agua; y purificado de esta manera entrará en el campamento; pero deberá permanecer siete días fuera de su tienda,


Tratad con caridad al que todavía es débil en la fe o poco instruido en ella, sin andar con él en disputas de opiniones.


Teniendo, pues, carísimos hermanos míos, tales promesas, purifiquémonos de cuanto mancha la carne y el espíritu, perfeccionando nuestra santificación con el temor de Dios.


Sus hijos, indignos ya de este nombre, pecaron contra él con sus inmundos ídolos: generación depravada y perversa.


mantengamos firme la esperanza que hemos confesado (que fiel es quien hizo la promesa),


Mas sobreviniendo Cristo sumo sacerdote que nos había de alcanzar los bienes venideros, por medio de un Tabernáculo más excelente y más perfecto, no hecho a mano, esto es, no de fábrica o formación semejante a la nuestra;


Así como si metemos un freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, movemos su cuerpo a dondequiera.


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