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Salmos 7:2 - La Biblia Textual 3a Edicion

2 No sea que desgarre mi alma cual león, Que despedace, y no haya quien libre.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 No sea que desgarren mi alma cual león, Y me destrocen sin que haya quien me libre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Si no lo haces, me atacarán como leones, me despedazarán y no habrá quien que me rescate.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 No sea que me atrapen como un león, y me arrastren sin que nadie me salve.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Señor, mi Dios, en ti confío: líbrame tú de cuantos me persiguen, ponme en salvo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 no sea que desgarren mi alma como león, despedazándola, sin que haya quien libre.

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Salmos 7:2
18 Referencias Cruzadas  

Entended bien esto, los que de ’Eloah os olvidáis, No sea que os destroce y no haya quien os salve.


Te tuve cual león ante mí, y yo pensaba:° ¡Me romperá todos los huesos! ¡Del día a la noche acabas conmigo!


Sed sobrios, velad, que vuestro adversario° el diablo anda como león rugiente, buscando a quien devorar.


Pero el Señor me asistió y me fortaleció, para que por medio de mí se predicara cumplidamente el mensaje y lo oyeran todos los gentiles, y fui librado de la boca del león.


Rugido de león es la ira del rey, Rocío sobre la hierba su favor.


Pero ellos, en mi adversidad se alegran, y se juntan contra mí con otros, a quienes no conozco, y no cesan de hostigarme.


Abren su boca contra mí, Como león voraz y rugiente.


Como león, ávido por hacer presa, Como leoncillo agazapado en su cueva.


Acecha en lo encubierto, como el león desde su guarida, Acecha para arrebatar al pobre, Arrebata al pobre, atrayéndolo a su red.


A sabiendas de que no soy culpable, Y que no hay quien libre de tu mano?


Tu sierva tenía dos hijos y los dos se pelearon en el campo, y no habiendo quien los separara, el uno hirió al otro y lo mató.


Y no hubo quien la librara, porque estaba lejos de Sidón, y no tenían trato con hombre alguno. Estaba en el valle de Bet-rehob. Luego reedificaron la ciudad y habitaron en ella.


De Gad dijo: ¡Bendito aquel que hizo ensanchar a Gad! Cual leona se agazapó, Desgarró a una el brazo con la mollera.


Al director del coro. Salmo de David. En YHVH me he refugiado, ¿Cómo decís a mi alma, Que escape al monte cual ave?


Mictam° de David. Guárdame, oh ’El, porque en ti me he refugiado.


Inclina a mí tu oído y rescátame pronto, ¡Sé Tú mi roca fuerte y la fortaleza para salvarme!


Líbrame de los que hacen iniquidad, Y sálvame de hombres sanguinarios.


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