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Proverbios 6:6 - La Biblia Textual 3a Edicion

6 Observa a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio,

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Tú, holgazán, aprende una lección de las hormigas. ¡Aprende de lo que hacen y hazte sabio!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Flojo, anda a ver a la hormiga, mira cómo se mueve y se hace sabia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Fíjate en la hormiga, perezoso; mira su conducta y hazte sabio:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;

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Proverbios 6:6
24 Referencias Cruzadas  

En otoño no ara el holgazán, Rebuscará en la cosecha, pero no hallará nada.


El negligente en su obra, Es hermano del disipador.


¿Hasta cuándo dormirás, oh perezoso? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?


que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la longanimidad heredan las promesas.


El alma del perezoso desea, y nada alcanza, Pero el alma del diligente será gratificada.


Pero respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, ¿sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí?


Las hormigas, pueblo no fuerte, Pero preparan su sustento en el verano,


en cuanto a diligencia,° no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;


Los deseos del perezoso lo matan, Pues sus manos no quieren trabajar,


La pereza hace caer en sueño profundo: El alma ociosa pasará hambre.


Dice el perezoso: Afuera hay un león, En plena calle me matará.


Vinagre a los dientes y humo a los ojos, Así es el perezoso para quienes lo comisionan.


El perezoso mete la mano en el plato, Y le fatiga aun llevarla a su boca.


Mirad las aves del cielo, que no siembran ni siegan, ni recogen en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?


El camino del perezoso es como seto de espinos, Pero la senda de los rectos es llana.


En vano se tiende la red Ante los ojos mismos del ave,


El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor, Pero Israel no me conoce, mi pueblo no tiene entendimiento.


Oye tú, hijo mío, y sé sabio, Y dirige tu corazón por el buen camino.


Cuatro cosas son pequeñas en la tierra, Pero más sabias que los sabios:


Aun la cigüeña en los cielos conoce sus tiempos;° La tórtola, la golondrina y la grulla guardan la época de su migración, Pero mi pueblo no conoce la justicia de YHVH.


La mano negligente empobrece, Pero la mano de los diligentes enriquece.


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