Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Marcos 13:8 - La Biblia Textual 3a Edicion

8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá terremotos en todas partes y habrá hambres.° Éstos son principios de dolores de parto.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino. Habrá terremotos en muchas partes del mundo, y también hambres; pero eso es solo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Habrá conflictos: nación contra nación, y reino contra reino. Habrá terremotos y hambre en diversos lugares. Estos serán los primeros dolores del parto.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Efectivamente, se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá terremotos en diversos lugares, habrá hambres. Eso será comienzo del doloroso alumbramiento.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en diversos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.

Ver Capítulo Copiar




Marcos 13:8
21 Referencias Cruzadas  

Y todas estas cosas serán el principio de los dolores de parto.


y le dijeron: Así ha dicho Ezequías: ¡Hoy es un día de angustia, de castigo y de vergüenza; los hijos han llegado hasta el cuello del útero, pero no hay fuerza para parir!


Allí les sobrecogió un temblor, Dolores como de parturienta.


Y salió otro caballo, rojo encendido; y al que lo montaba le fue dado quitar la paz de la tierra, y que se mataran unos a otros; y le fue dada una gran espada.


Cuando digan: ¡Paz y seguridad!, entonces, como el dolor a la que está de parto,° vendrá sobre ellos destrucción repentina, y no escaparán de ningún modo.


y levantándose uno de ellos, de nombre Agabo,° predijo por el Espíritu que estaba a punto de ocurrir una gran hambruna en toda la tierra habitada, la cual ocurrió en el tiempo de Claudio.


Y en aquel día cundirá entre ellos un pánico tal de parte YHVH, que cuando alguno agarre la mano de su camarada, el otro volverá su mano contra él.


Trastornaré el trono de los reinos y haré que sea destruida la potencia de los reinos de las naciones. Volcaré carros y aurigas, y caerán caballos y jinetes, cada uno por la espada de su propio hermano.


Al oír su fama el rey de Babilonia se acobarda. La angustia lo atenaza, y siente dolores como de parturienta.


Damasco se debilita, Y se apresta para huir, El temblor se ha apoderado de ella. Dominada por la angustia y los dolores, Como de mujer parturienta.


Así dice YHVH Sebaot: Mira, la calamidad pasa de nación en nación: Un gran huracán se levanta de la parte más remota de la tierra.


Oh moradora del Líbano, Que haces tu nido en los cedros, ¡Cuán lastimosa serás cuando te acometan las angustias, Los dolores como de parturienta!


¿Qué dirás cuando ponga como jefes sobre ti a antiguos compañeros que tú misma enseñaste?° ¿No sentirás dolores como de parturienta?


¡Oímos su fama y se debilitan nuestras manos! ¡La angustia se apodera de nosotros, Y dolores, como de la que da a luz!


Incitaré a egipcios contra egipcios, Cada uno peleará contra su hermano Y cada uno contra su prójimo: Ciudad contra ciudad y reino contra reino.


Oigo gritos como de parturienta, Sollozos como de primeriza: Es el grito angustiado de la hija de Sión que está agonizando,° Que extiende sus brazos, y dice: ¡Ay de mí! ¡Mi alma desmaya a causa de los asesinos!


Y las naciones y las ciudades° se destruían unas a otras porque ’Elohim las castigaba con toda clase de adversidades.


YHVH Sebaot te auxiliará con el fragor y el estruendo de grandes truenos, Con huracán y vendaval y rayos abrasadores.


Cuando oigáis guerras y rumores de guerras, no os alarméis, debe suceder, pero aún no es el fin.


Pero mirad por vosotros mismos: Os entregarán a los sanedrines y seréis azotados en las sinagogas, y compareceréis delante de gobernadores y de reyes por causa de mí, para testimonio a ellos.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios