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Jonás 4:8 - La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y aconteció que al salir el sol, ’Elohim envió un sofocante viento oriental, y el sol hirió la cabeza de Jonás, de modo que se desmayaba y deseaba morir, y dijo: ¡Más me vale morir que vivir!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Así que cuando el sol se intensificó, Dios proveyó un viento abrasador del oriente para que soplara sobre Jonás. El sol pegó sobre su cabeza hasta que se sintió tan débil que deseaba morirse y exclamó: «¡Es mejor morir que vivir así!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Al salir el sol, Yavé hizo soplar viento caliente desde el este. El sol acaloró tanto a Jonás que éste se desmayó. Se deseó la muerte y dijo: 'Mejor es morir que vivir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Además, Dios dispuso que, al salir el sol, se levantara un viento sofocante; el sol le daba en la cabeza a Jonás y le hacía desfallecer. Entonces se deseó la muerte, diciendo: 'Me es mejor la muerte que la vida'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano; y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y desmayaba; y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.

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Jonás 4:8
23 Referencias Cruzadas  

Ahora pues, oh YHVH, te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida.


Pero fue arrancada con furia, Y por tierra ha sido echada; El solano secó su fruto; Sus fuertes ramas fueron quebradas, Se secaron, y las consumió el fuego.


El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.


y no tendrán hambre, ni tendrán sed, ni caerá más sobre ellos el sol, ni calor alguno,°


Yo reprendo y disciplino a todos los que amo,° sé pues fervoroso, y arrepiéntete.


No tendrán hambre ni sed, Ni los herirá el calor abrasador ni el sol, Porque los conduce el que los compadece, Y los guía a manantiales de agua.


Y preparó YHVH un gran pez que tragara a Jonás. Y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.


Pero YHVH mandó un viento impetuoso sobre el mar, y se alzó una gran tempestad en el mar, de manera que la nave estaba a punto de romperse.


No reparéis en que soy muy morena, Porque el sol me ha mirado. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, Me pusieron a guardar las viñas, Y mi viña, que era mía, no la guardé.


Enmudecí, no abrí mi boca, Porque Tú lo dispusiste.


Pero él le respondió: Como suelen hablar las insensatas has hablado tú. Si recibimos de ’Elohim el bien, ¿no hemos de aceptar también el mal? En todo esto no pecó Job con sus labios.


Entonces Samuel le declaró todas las palabras, y no le ocultó nada. Y él dijo: YHVH es; haga lo que bien le parezca.


Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló YHVH, diciendo: Entre los que se acercan a mí seré santificado, y en presencia de todo el pueblo seré reverenciado. Y Aarón guardó silencio.


diciendo: Estos postreros trabajaron una sola hora, y los hiciste iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor abrasador del día.


Y él se fue solo al desierto, donde anduvo todo un día; y llegó y se sentó debajo de un enebro, y ansiando morirse, dijo: ¡Basta ya, oh YHVH! ¡Quítame ahora la vida, porque no soy mejor que mis padres!


Aunque él sea el más fecundo entre sus hermanos, Vendrá el solano,° como soplo de YHVH que sube del desierto, Y su manantial se secará, y se agotará su fuente. Él saqueará el tesoro de todos sus objetos preciosos.°


’Elohim respondió a Jonás: ¿Tanto te irritas por lo de la calabacera? Él respondió: ¡Tengo razón para irritarme hasta la muerte!


Sin embargo, he ahí otras siete espigas menudas y resecas por el viento oriental brotaban después de ellas.


Y Acab se fue a su casa decaído y enfadado a causa de las palabras que le había hablado Nabot jezreelita, pues él le había dicho: ¡No te daré la heredad de mis padres! Y se acostó en su cama, volvió su rostro y no quiso comer pan.


De manera que mi alma prefiere la estrangulación y la muerte, Antes que estos huesos míos.


No te apresures en tu alma a enojarte, Porque la ira reposa en el seno de los necios.


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