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Génesis 29:8 - La Biblia Textual 3a Edicion

8 Pero ellos dijeron: No podemos hasta que se reúnan todos los rebaños. Entonces rodamos la piedra de sobre la boca del pozo y abrevamos las ovejas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños, y remuevan la piedra de la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 —No podemos dar de beber a los animales hasta que hayan llegado todos los rebaños —contestaron—. Entonces los pastores quitan la piedra de la boca del pozo y damos de beber a todas las ovejas y las cabras.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Los pastores respondieron: 'No podemos hacer eso hasta que no se junten todos los rebaños y se haya sacado la piedra de la boca del pozo. Entonces damos de beber a las ovejas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Ellos respondieron: 'No podemos hacerlo hasta que se junten todos los rebaños y corramos la piedra que hay sobre la boca del pozo; entonces abrevaremos el ganado'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los ganados, y remuevan la piedra de sobre la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.

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Génesis 29:8
8 Referencias Cruzadas  

Y hallaron que la piedra del sepulcro había sido rodada,


y se decían unas a otras: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?


Pero lo pusieron separadamente, para ellos aparte, y por separado para los egipcios que comían con él, pues los egipcios no podían comer alimentos con los hebreos, porque era abominación para los egipcios.


Les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a un hombre que tenga prepucio, porque es afrenta para nosotros.


Allí se juntaban todos los rebaños, y rodando la piedra de sobre la boca del pozo, abrevaban a las ovejas, tras de lo cual devolvían la piedra a su lugar, sobre la boca del pozo.


Él dijo: Mirad, todavía es pleno día. Aún no es tiempo de recoger el ganado, abrevad a las ovejas y dejadlas pastar.


Estaba él aún hablando con ellos, cuando llegó Raquel con el rebaño de su padre, pues ella era la pastora.


Subiendo ellos por la cuesta de la ciudad, hallaron unas jóvenes que salían por agua, a las cuales dijeron: ¿Está por aquí el vidente?


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