Efesios 5:33 - La Biblia Textual 3a Edicion

³³ Por lo demás, vosotros también, cada uno en particular, ame a su propia° esposa de la misma manera que a sí mismo, y que la esposa respete° al esposo.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³³ Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³³ Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³³ En cuanto a ustedes, cada uno ame a su esposa como a sí mismo, y la mujer, a su vez, respete a su marido.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³³ En fin, vosotros también: que cada uno ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³³ Por lo demás, cada uno de vosotros en particular, ame también a su esposa como a sí mismo; y la esposa reverencie a su marido.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³³ En todo caso, el esposo debe amar a su esposa, como si se tratara de sí mismo, y la esposa debe respetar a su esposo.

Efesios 5:33 Referencias Cruzadas

1 Reyes 1:31

Y Betsabé se inclinó con el rostro a tierra y se postró ante el rey, y dijo: ¡Viva mi señor el rey David para siempre!

Ester 1:20

Y así, cuando el edicto del rey, el que va a hacer, sea oído en todo su reino ¡que siempre sea grande!° todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el más importante hasta el más humilde.°

Salmos 45:11

Y deseará el Rey tu hermosura, E inclínate a Él, porque él es tu Señor.

Efesios 5:22

Las casadas: A sus propios maridos,° como al Señor,

Efesios 5:25

Los esposos:° Amad a las esposas° así como el Mesías amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella,

Efesios 5:32

Grande es este misterio, pero yo digo esto° respecto al Mesías y la iglesia.

Colosenses 3:19

Esposos, amad a vuestras esposas° y no seáis ásperos con ellas.

Hebreos 12:9

Además, nosotros hemos tenido a nuestros padres naturales, los cuales nos castigaban, y los respetábamos. ¿No nos hemos de someter con mucha más razón al Padre de los espíritus, y vivir?