Ahora pues, ruego a mi señor el rey que escuche las palabras de su siervo. Si es YHVH quien te ha incitado contra mí, respire aplacado° el olor de una ofrenda; pero si son los hombres, ¡malditos sean ante YHVH!, pues me han desterrado hoy, privándome de participar en la heredad de YHVH, al decir: ¡Vete a servir a otros dioses!