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2 Reyes 7:4 - La Biblia Textual 3a Edicion

4 Si decidiéramos entrar en la ciudad, la hambruna está en la ciudad y moriremos allí; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Ahora pues, vayamos y pasémonos al ejército de los sirios; si nos dejan con vida, viviremos, y si nos matan, no haremos más que morir.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasemos al campamento de los sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Si nos quedamos aquí, moriremos, pero con el hambre que hay en la ciudad, moriremos de hambre también allá si regresamos. Así que mejor sería ir y entregarnos al ejército arameo. Si ellos nos perdonan la vida, mucho mejor; pero si nos matan, igual habríamos muerto».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Si nos decidimos a entrar en la ciudad, moriremos, pues hay hambre en la ciudad. Si nos quedamos aquí también moriremos. Mejor desertemos y vayamos al campamento de los arameos. Si nos dejan con vida, viviremos, y si nos matan, moriremos'.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Si nos decidimos a entrar en la ciudad, nos moriremos allí, por el hambre que hay en ella; pero si nos quedamos aquí, moriremos también. Vamos a pasarnos ahora mismo al campamento de los arameos. Si nos dejan con vida, viviremos, y si nos matan, moriremos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos pues ahora, y pasémonos al ejército de los sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos.

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2 Reyes 7:4
11 Referencias Cruzadas  

Si salgo al campo, ¡He aquí, los muertos a cuchillo! Si entro en la ciudad, ¡He aquí, los famélicos! Y tanto el profeta como el sacerdote vagan aturdidos por el país.


¿Quién sabe si desistirá ’Elohim y cambiará de parecer, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos?


¿Qué hacemos aquí sentados? Reunámonos y entremos en las plazas fuertes y perezcamos allí, Porque YHVH nuestro Dios nos deja morir, Nos ha dado a beber agua envenenada, Porque hemos pecado contra YHVH.


Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis durante tres días, ni de noche ni de día. Yo también ayunaré igualmente con mis doncellas, y entonces acudiré al rey aunque no sea conforme a la ley,° ¡y si he de perecer, que perezca!°


Pues irremisiblemente hemos de morir, y somos como agua derramada en la tierra, que no puede ser recogida, pero ’Elohim no quita la vida, sino que provee medios para que el desterrado no siga alejado de Él.


Y tal como está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,


También se pasaron a David algunos de Manasés cuando iba con los filisteos a la batalla contra Saúl (pero David no los ayudó, porque los jefes de los filisteos, habido consejo, lo despidieron, diciendo: ¡Por nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl!).


Después de esto, sucedió que Ben-adad rey de Siria reunió todo su ejército, y subió y puso sitio a Samaria.


Y se levantaron al alba para ir al campamento de los sirios, y cuando llegaron a la parte exterior del campamento de los sirios, he aquí, no había nadie.


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