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1 Samuel 3:1 - La Biblia Textual 3a Edicion

1 El joven Samuel ministraba a YHVH en presencia de Elí. Y en aquellos días la palabra de YHVH era escasa;° no había visión° manifiesta.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Mientras tanto, el niño Samuel servía al Señor ayudando a Elí. Ahora bien, en esos días los mensajes del Señor eran muy escasos y las visiones eran poco comunes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El joven Samuel servía a Yavé bajo la mirada de Helí. En ese tiempo la palabra de Yavé era muy rara y las visiones poco frecuentes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 El joven Samuel permanecía al servicio de Yahveh bajo las órdenes de Elí. Era rara por entonces la palabra de Yahveh y no eran frecuentes las visiones.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Y el joven Samuel ministraba a Jehová delante de Elí; y la palabra de Jehová era preciada en aquellos días; pues no había visión manifiesta.

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1 Samuel 3:1
11 Referencias Cruzadas  

No vemos ya nuestras señales, No hay más profeta, Ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo.


Y YHVH se volvió a aparecer en Silo, porque YHVH se revelaba a Samuel en Silo por la palabra de YHVH, y la palabra de Samuel era para todo Israel.


Después Elcana volvió a su casa en Ramá, y el niño se quedó ministrando a YHVH en presencia del sacerdote Elí.


Y Samuel ministraba en presencia de YHVH siendo niño, ceñido de un éfod de lino.


Haré al mortal más escaso que el oro; Y a la humanidad más que el oro de Ofir,


Y Samuel se acostó hasta la mañana, y abrió las puertas de la Casa de YHVH. Pero Samuel temía declarar la visión° a Elí.


Yo empero levantaré para mí un sacerdote fiel que actuará conforme a mi corazón y a mi alma, y le edificaré casa firme, y él andará todos los días delante de mi Ungido.


Y sucederá que todo aquel que haya quedado de tu casa, acudirá a postrarse ante él por una moneda de plata o una torta de pan, y dirá: Te ruego que me asignes alguna función sacerdotal para que pueda comer un bocado de pan.


Donde no hay visión profética, el pueblo se desenfrena, Pero, ¡cuán bienaventurado es el que guarda la Ley!


Vendrá calamidad sobre calamidad, y alarma tras alarma;° pedirán visiones al profeta, pero la Ley estará lejos del sacerdote, y el consejo de los ancianos.


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