Levítico 9:1 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Al octavo día llamó Moisés a Aarón, a sus hijos y a los ancianos de Israel

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹ En el día octavo, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel;

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Al octavo día, después de la ceremonia de ordenación, Moisés reunió a Aarón, a sus hijos y a los ancianos de Israel.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ El día octavo, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel. Entonces dijo a Aarón:

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Llegado el día octavo, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel,

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹ Y fue en el día octavo, que Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel;

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹ Al octavo día, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los jefes israelitas.

Levítico 9:1 Referencias Cruzadas

Levítico 14:10

El octavo día tomará dos corderos sin defecto y una cordera de un año sin defecto, tres décimas de efá de flor de harina, amasada con aceite, como oblación y un log de aceite.

Levítico 14:23

El día octavo lo presentará todo al sacerdote para su purificación, a la entrada de la tienda del encuentro, delante de Yahveh.

Levítico 15:14

El octavo día, tomará dos tórtolas o dos pichones, se presentará delante de Yahveh a la entrada de la tienda del encuentro y se los entregará al sacerdote,

Levítico 15:29

El octavo día se procurará un par de tórtolas o dos pichones y los presentará al sacerdote a la entrada de la tienda del encuentro.

Levítico 8:33

No saldréis de la entrada de la tienda del encuentro hasta pasados siete días. Entonces se cumplirá el tiempo de vuestra investidura, pues siete días durará vuestra investidura.

Levítico 8:36

Aarón y sus hijos hicieron cuanto había mandado Yahveh por medio de Moisés.

Números 6:10

Al octavo día presentará al sacerdote dos tórtolas o dos pichones a la entrada de la tienda del encuentro.

Mateo 28:1

Pasado ya el sábado, cuando despuntaba el alba del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro.