1 Pedro 3:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Porque los ojos del Señor están sobre los justos; y sus oídos, atentos a su clamor. Pero el Señor se enfrenta con los que hacen el mal.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹² Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno, y sus oídos están abiertos a sus oraciones. Pero el Señor aparta su rostro de los que hacen lo malo».

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Porque el Señor tiene los ojos puestos sobre los justos y los oídos atentos a sus peticiones; mas el Señor se opone a los que hacen el mal.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos hacia su oración, Pero el rostro° del Señor está contra los que hacen cosas malas.°

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones: Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹² »Porque el Señor cuida a los que hacen el bien, escucha sus oraciones y está en contra del malvado.»

1 Pedro 3:12 Referencias Cruzadas

2 Crónicas 16:9

Porque los ojos de Yahveh recorren toda la tierra para fortalecer a los que se le entregan con entero corazón. Neciamente has procedido esta vez. Por eso desde ahora habrá guerras contra ti'.

2 Crónicas 7:15

Entonces, mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a la plegaria que me hagan en este lugar,

Salmos 11:4

Yahveh en su santuario, el Señor desde su trono celestial, observa con sus ojos, con su vista examina los hijos de los hombres.

Salmos 33:18

El Señor es el que vela por sus fieles, por los que esperan en sus gracias,

Salmos 65:2

La alabanza te es debida, oh Dios, sobre Sión, y a ti se cumplen las promesas.

Salmos 80:16

este sarmiento que plantó tu diestra, el vástago que tú vigorizaste,

Proverbios 15:29

De los malvados Yahveh se aleja y escucha la oración de los justos.

Proverbios 15:3

En todo lugar los ojos de Yahveh, vigilan a malos y a buenos.

Proverbios 15:8

Yahveh abomina el sacrificio de los malos; pero se complace en la plegaria de los justos.

Jeremías 21:10

Pues he dirigido mi rostro contra esta ciudad para mal y no para bien -oráculo de Yahveh-. Será entregada en mano del rey de Babilonia y la incendiará'.

Jeremías 39:12

'Atiéndelo, mira por él, no le hagas ningún daño, antes al contrario: pórtate con él como él te pida'.

Ezequiel 15:7

cuando dirija mi rostro contra ellos. Del fuego han escapado, pero el fuego los devorará; y sabréis que yo soy Yahveh, cuando vuelva mi rostro contra ellos.

Levítico 17:10

'Volveré mi faz contra todo hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que habitan en medio de ellos, que coma sangre, de cualquier clase que sea, contra el que coma sangre, y lo eliminaré de en medio de su pueblo.

Levítico 20:3

Yo me volveré contra ese hombre y lo extirparé de en medio de su pueblo por haber entregado un hijo suyo a Mólec, manchando mi santuario y profanando mi santo nombre.

Levítico 20:6

Si alguien acude a los nigromantes y a los adivinos y se prostituye con ellos, yo volveré mi rostro contra él y lo extirparé de en medio de su pueblo.

Levítico 26:17

Yo me volveré contra vosotros, y seréis derrotados por vuestros enemigos; os dominarán los que os odian y huiréis sin que nadie os persiga.

Zacarías 4:10

Porque los que despreciaron el día de los modestos comienzos, se alegrarán cuando vean la piedra de remate en manos de Zorobabel. Estas siete lámparas son los ojos de Yahveh que recorren toda la tierra

Juan 9:31

Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; sino que al hombre temeroso de Dios y cumplidor de su voluntad, a ése es a quien escucha.

Deuteronomio 11:12

es una tierra de la que cuida Yahveh, tu Dios, y sobre la cual Yahveh, tu Dios, tiene constantemente puestos sus ojos, desde que empieza el año hasta que termina.

Santiago 5:16

Confesaos, pues, los pecados unos a otros; orad unos por otros para ser curados. La oración asidua del justo tiene mucho poder.