Y él dijo: Esta es la Maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en la boca del efa.
El ángel dijo: «La mujer se llama Perversidad», y la empujó adentro de la canasta otra vez y cerró la pesada tapa.
El ángel dijo: 'Esa es la maldad. Y empujándola hacia el fondo, tapó el cajón con la cubierta de plomo.
Y dijo: Esta es la Maldad; y la arrojó dentro del efa, y echó la tapa de plomo sobre su abertura.
Me dijo: 'Ésta es la impiedad'. La arrojó al interior del ánfora y puso encima la tapadera de plomo.
Esa mujer trató de salir, pero el ángel la empujó hacia dentro y volvió a tapar la medida. Entonces me dijo: «Aquí está representada la maldad».