No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.
Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá.
No deja que tu pie dé un paso en falso, no duerme tu guardián;'
Él no permite que tus pies resbalen, tu custodio no duerme;
Dios jamás permitirá que sufras daño alguno. Dios te cuida y nunca duerme.