Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos.
Con hambre y con sed, estaban a punto de morir.
Tenían hambre, pero más tenían sed, su alma en ellos ya desfallecía.
Hambrientos y sedientos, su valor ya se encogía.
Tenían hambre y sed, y habían perdido la esperanza de quedar con vida.