Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
Pues él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo.
El sabe de qué fuimos formados, se recuerda que sólo somos polvo.
Porque Él conoce nuestra condición, Se acuerda de que somos polvo.
Él conoce, en efecto, nuestra hechura, recordando que el polvo es nuestra condición.
Bien sabe nuestro Dios cómo somos; ¡bien sabe que somos polvo!