La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Disciplinar a un niño produce sabiduría, pero un hijo sin disciplina avergüenza a su madre.
Los azotes y las correcciones llevan a la sabiduría, el niño que lo dejan hacer todo será la vergüenza de su madre.
Palos y reprensiones meten en razón, Pero el muchacho consentido avergonzará a su madre.
La vara y el castigo dan sabiduría: el hijo consentido avergüenza a su madre.
Los golpes y la disciplina enseñan a ser sabio, pero el que es malcriado solo avergüenza a su madre.