Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.
Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza.
Los proyectos del empeñoso acaban en ganancias; para el que se agita sólo hay déficits.
Los planes del diligente sólo traen ganancia, Los del precipitado, sólo indigencia.
Los proyectos del diligente prosperan; mas quien se precipita va a la ruina.
Cuando las cosas se piensan bien, el resultado es provechoso. Cuando se hacen a la carrera, el resultado es desastroso.