El que ama la disputa, ama la transgresión; Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina.
Al que le gusta pelear, le gusta pecar; el que confía en sus altas murallas invita al desastre.
Amar la discusión es buscar los golpes, el que toma un tono arrogante busca su propia desgracia.
El que ama la disputa, ama la transgresión, Y quien abre mucho la puerta, busca su propia ruina.
Quien ama las reyertas ama el pecado, quien se muestra altanero busca la ruina.
Dime quién pelea y te diré quién peca; dime quién se cree mucho y te diré quién fracasa.