El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo.
El Señor detesta el sacrificio de los perversos, pero se deleita con las oraciones de los íntegros.
Yavé aborrece el sacrificio de los malvados, pero acoge con alegría la oración de los justos.
Abominación a YHVH es el sacrificio de los impíos, Pero la oración de los rectos es su deleite.
Yahveh abomina el sacrificio de los malos; pero se complace en la plegaria de los justos.
A Dios no le agradan las ofrendas de los malvados, pero recibe con agrado las oraciones de la gente buena.