Tomó su parábola otra vez, y dijo: ¡Ay! ¿quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas?
Balaam concluyó sus mensajes con estas palabras: «¡Ay!, ¿quién puede sobrevivir a menos que Dios lo disponga?
Y proclamó además este poema: '¡Ay! ¿quién estará allí cuando Dios lo decida?'
Aún profirió otro proverbio, y dijo: ¡Ay! ¿Quién vivirá cuando Dios haga estas cosas?
Y añadió este nuevo oráculo: '¡Ay, quién viviera cuando Dios lo realice!
Para terminar, Balaam volvió a cantar: «¡Pobres de los que estén vivos cuando Dios haga todo esto.