Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta.
pero si decimos que era meramente humana, la multitud se volverá contra nosotros porque todos creen que Juan era un profeta».
Y si decimos que era cosa de hombres, ¡cuidado con el pueblo!, pues todos consideran a Juan como un profeta.
Y si decimos: de hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta.)
Pero, si respondemos de los hombres, tenemos miedo al pueblo, porque todos consideran que Juan es profeta'.
Por otro lado, nos da miedo decir que fue un ser humano quien se la dio; porque la gente cree que Juan era un profeta enviado por Dios.»