Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.
Al instante, la hemorragia se detuvo, y ella pudo sentir en su cuerpo que había sido sanada de su terrible condición.
Al momento cesó su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba sana.
Y al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió° en su cuerpo que había° sido sanada de aquel azote.
Al instante aquella fuente de sangre se le secó y notó en sí misma que estaba curada de su enfermedad.
Inmediatamente la mujer dejó de sangrar, y supo que ya estaba sana.