Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.
«Envíanos a esos cerdos —suplicaron los espíritus—. Déjanos entrar en ellos».
Los espíritus le rogaron: 'Envíanos a esa piara y déjanos entrar en los cerdos. Y Jesús se lo permitió.
y le rogaron, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.
y los espíritus impuros le suplicaron: 'Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos'.
Entonces los malos espíritus le rogaron a Jesús: —¡Déjanos entrar en esos cerdos!