Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo.
—¡No! —exclamó Pedro enfáticamente—. Aunque tenga que morir contigo, ¡jamás te negaré! Y los demás juraron lo mismo.
Pero él insistía: 'Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían lo mismo.
Pero él repetía con porfía:° Aunque tenga que morir contigo, de ningún modo te negaré. Y así también decían todos.
Pero él repetía con insistencia: 'Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré'. Y de la misma manera hablaban todos.
Pero Pedro insistió: —Aunque tenga que morir, nunca diré que no te conozco. Los demás discípulos decían lo mismo.