Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
De pronto, se unió a ese ángel una inmensa multitud —los ejércitos celestiales— que alababan a Dios y decían:
De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras:
Y repentinamente, junto con aquel ángel, apareció° una multitud del ejército celestial alabando a Dios, y diciendo:
Y, de repente, apareció con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios, diciendo:
De pronto, muchos ángeles aparecieron en el cielo y alababan a Dios cantando: