Me abominan, se alejan de mí, Y aun de mi rostro no detuvieron su saliva.
Me desprecian y no se me acercan, excepto para escupirme en la cara.
Se espantan al verme y se alejan y sin miramientos escupen a mi paso.
Me abominan, se alejan de mí, Y de mi rostro no refrenan su saliva.
Se alejan de mí con espanto, no se retraen de escupirme a la cara.
¡Me escupen en la cara, y con asco se apartan de mí!