Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios;
Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios!
Yo me pondré de pie dentro de mi piel y en mi propia carne veré a Dios.
Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios,
Y aún con mi piel así destruida yo mismo veré a Dios.
Cuando mi cuerpo haya sido destruido, veré a Dios con mis propios ojos.