Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová, y maldito el que detuviere de la sangre su espada.
¡Malditos los que se rehúsen a hacer el trabajo del Señor, los que retengan la espada del derramamiento de sangre!
Maldito el que ejecuta con flojera el trabajo que Yavé le ha encomendado. ¡Maldito el que tiene su espada limpia de sangre!
¡Maldito el que haga la obra de YHVH indolentemente! ¡Maldito el que retraiga su espada de derramar sangre!
¡Maldito quien haga la obra de Yahveh con negligencia! ¡Maldito quien prive de sangre a su espada!
»¡Maldito sea el que no quiera tomar la espada para matar! ¡Maldito sea el que de mala gana haga lo que yo le ordene!