Él convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana.
Él juzga a los poderosos del mundo y los reduce a nada.
Reduce a la nada a los grandes y hace desaparecer a los gobernantes de la tierra.
Que reduce los príncipes a nada, Y convierte en vanidad° a los jueces de la tierra:
Reduce a la nada a los potentados, a los jueces de la tierra en vacío convierte;
Dios hace que los poderosos de este mundo desaparezcan como plantas tiernas y sin raíces. ¡Esas plantas se marchitan y se las lleva el huracán!