habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación.
Y hubo mucha alegría en toda la iglesia ese día cuando leyeron este mensaje alentador.
Cuando la leyeron, todos se alegraron con aquel mensaje de aliento.
y cuando la leyeron, se regocijaron por la consolación.
Al leerla, se alegraron por el aliento que les aportaba.
Cuando la carta se leyó, todos en la iglesia se pusieron muy alegres, pues lo que decía los tranquilizaba.