El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?
hablan y hablan sin parar. Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que va a suceder; nadie puede predecir el futuro.
La estupidez es la que le inspiró tantas palabras. (El ser humano no conoce el porvenir: ¿quién le dirá lo que pasará después de él?)
Asimismo el necio multiplica las palabras: El hombre no sabe lo que le ha de suceder, Y lo que sucederá tras él, ¿quién se lo anunciará?
El necio multiplica las palabras. El hombre ignora lo que ha sucedido; y lo que ha de suceder después de él ¿quién se lo manifestará?
¡pero palabras no le faltan! ¿Qué va a pasar mañana? ¿Qué va a pasar después? ¡Nadie puede saberlo!