Y he aquí la portera de la casa había estado limpiando trigo, pero se durmió; y fue así como Recab y Baana su hermano se introdujeron en la casa.
A la portera, quien había estado zarandeando trigo, le dio sueño y se durmió. Así que Recab y Baana pasaron desapercibidos.
La mujer que custodiaba la puerta se había adormilado y quedado dormida mientras limpiaba trigo. Recab y su hermano se acercaron despacito,
Y entrando hasta el interior de la casa como para llevar trigo, lo hirieron por la quinta costilla, y luego Recab y su hermano Baana huyeron.
La portera de la casa se había quedado dormida mientras limpiaba trigo. Así, Recab y su hermano Baaná pudieron entrar sin ser vistos.