Toda la tierra procuraba ver la cara de Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón.
Gente de todas las naciones lo visitaba para consultarlo y escuchar la sabiduría que Dios le había dado.
Todo el mundo quería ser recibido en audiencia por Salomón y escuchar la sabiduría que Dios le había dado.
Y toda la tierra procuraba estar en presencia de Salomón para oír la sabiduría que ’Elohim había puesto en su corazón.
Todo el mundo deseaba ver a Salomón para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón.
Todo el mundo quería verlo y escuchar la sabiduría que Dios le había dado,