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2 Samuel 7:2 - Biblia Palabra de Dios para Todos

2 El rey David le dijo al profeta Natán: —Mira, ahora vivo en una buena casa hecha de cedro, mientras que el cofre de Dios se encuentra en una carpa.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 el rey mandó llamar al profeta Natán. —Mira —le dijo David—, yo vivo en un hermoso palacio de cedro, ¡mientras que el arca de Dios está allá afuera en una carpa!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Entonces dijo al profeta Natán: 'Yo vivo en una casa de cedro, mientras que el Arca de Dios está todavía en una tienda; ¿qué dices de eso?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 el rey dijo al profeta Natán: He aquí, yo habito en casa de cedro, pero el Arca de Dios está entre cortinas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 dijo el rey al profeta Natán: 'Fíjate que yo habito en un palacio de cedro, mientras el arca de Dios está bajo una tienda'.

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2 Samuel 7:2
24 Referencias Cruzadas  

Urías le respondió: —El cofre del pacto y los soldados de Israel y Judá están acampando en Sucot. Mi amo Joab y los oficiales de mi señor acampan al aire libre. No está bien que yo vaya a mi casa, beba y me acueste con mi esposa. Jamás haría eso, ¡lo juro!


El SEÑOR envió a Natán para que le dijera a David: —Había dos hombres que vivían en una ciudad. Uno era rico, y otro pobre.


Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David, junto con madera de cedro, carpinteros y canteros para construirle una casa.


Los israelitas pusieron el cofre del SEÑOR en una carpa que David había preparado para el cofre, y después David ofreció sacrificios que deben quemarse completamente y ofrendas para festejar delante del SEÑOR.


Natán le informó a David sobre esa visión y todo lo que Dios había dicho.


Mientras Betsabé todavía hablaba con David, Natán entró


Por otro lado, el sacerdote Sadoc, Benaías hijo de Joyadá, el profeta Natán, Simí, Reguí y los hombres fuertes de David no seguían a Adonías.


Azarías hijo de Natán estaba a cargo de los gobernadores de los diferentes distritos. Zabud hijo de Natán era sacerdote y consejero del rey Salomón.


»Mi papá David tenía mucho interés en construir un templo en honor al SEÑOR, Dios de Israel.


Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David, junto con madera de cedro, carpinteros y canteros para construirle una casa.


Los israelitas pusieron el cofre de Dios en una carpa que David había preparado para el cofre, y ofrecieron delante de Dios sacrificios que deben quemarse completamente y ofrendas para festejar.


Estas fueron las palabras que David le dijo a Salomón: «Hijo mío, mi intención era construir un templo para el SEÑOR, mi Dios,


Todos los hechos que ocurrieron durante el reinado de David, desde el primero hasta el último, están registrados en las crónicas del vidente Samuel, del profeta Natán y del vidente Gad.


David había llevado el cofre de Dios desde Quiriat Yearín hasta una carpa que había armado en Jerusalén.


Ezequías instaló nuevamente en el templo del SEÑOR a los levitas que tocaban címbalos, arpas y liras, tal como habían mandado David, Natán el profeta y Gad, el vidente del rey. Ese mandato lo había dado el SEÑOR por medio de sus profetas.


El resto de los hechos, desde el primero hasta el último, del reinado de Salomón, tarde y temprano, están escritos en Las crónicas del profeta Natán, en La profecía de Ahías el silonita y en Las visiones del vidente Idó en lo que tiene que ver con Jeroboán hijo de Nabat.


acuérdate de la promesa que él hizo al SEÑOR; al poderoso Dios de Jacob:


hasta que no encuentre un lugar para el SEÑOR, para el templo del poderoso Dios de Jacob».


Metió el cofre dentro de la carpa sagrada y colgó el velo para cubrir el acceso a él, tal como el SEÑOR se lo había ordenado.


«¿Pero sí es el momento para que ustedes vivan en casas finamente terminadas, mientras que esta casa está en ruinas?»


Cuando esto sucedió, los seguidores recordaron que estaba escrito: «La emoción que siento por tu casa acabará conmigo».


David contaba con la aprobación de Dios, y le pidió permiso para construir un templo donde el pueblo de Jacob pudiera adorar.


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