Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





1 Juan 3:1 - Biblia Palabra de Dios para Todos

1 Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos. Por eso la gente del mundo no nos conoce, pues el mundo no conoce a Dios.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Miren qué amor tan singular nos ha tenido el Padre: que no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Mirad qué clase de° amor! El Padre nos ha concedido que seamos llamados hijos de Dios,° y lo somos;° por esto no nos conoce el mundo, porque tampoco lo conoció a Él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Ved qué gran amor nos ha dado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios. ¡Y lo somos! Por eso no os conoce el mundo, porque no lo conoció a él.

Ver Capítulo Copiar




1 Juan 3:1
33 Referencias Cruzadas  

Mi Señor DIOS, he recibido tanto y aun así te ha parecido poco, pues me has hecho a mí, siervo tuyo, grandes promesas sobre el futuro de mi dinastía. ¿Es esta la manera que usas para tratar con la gente, Oh Señor mi DIOS?


Tú reservas grandes bendiciones para los que te honran. Las preparaste a la vista de los seres humanos, para los que encuentran refugio en ti.


»Yo me dije a mí mismo: “Los trataré como a mis hijos, les daré una tierra agradable, la tierra más apreciada entre todas las naciones”. Pensé que tú me llamarías “Padre mío” y que nunca me abandonarías,


»En el futuro los israelitas serán como la arena del mar que nadie puede medir ni contar. Y en el lugar donde se les dijo: “Ustedes ya no son mi pueblo”, se les dirá: “Ustedes son hijos del Dios vivo”.


En esa vida, la gente será como ángeles y no morirá. Ellos serán hijos de Dios porque habrán sido resucitados.


Muchos lo aceptaron y creyeron en él, a estos les dio el derecho de ser hijos de Dios.


Pero no solamente por la nación judía, sino que iba a morir para reunirlos en un grupo a los otros hijos de Dios dispersos.


Les harán todo esto por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.


Harán esto porque no me conocen a mí ni a mi Padre.


Padre justo, la gente del mundo no te conoció, pero yo sé y ellos también saben que tú me enviaste.


»Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.


En cambio, Dios nos demostró su amor en que Cristo murió por nosotros aun cuando éramos pecadores.


Toda la creación de Dios está esperando con impaciencia el momento en que Dios muestre al mundo quiénes son sus hijos.


que la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para disfrutar luego la grandeza de los hijos de Dios.


Dios mostró su favor hacia nosotros hasta tal punto que dio a su propio Hijo para que muriera por nosotros. Siendo así, ¿cómo no nos va a dar, junto con él, todo lo que tiene?


«Seré su Padre y ustedes serán mis hijos y mis hijas. Así dice el Señor Todopoderoso».


Todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Jesucristo,


Entonces, si ustedes pertenecen a Cristo también son la descendencia de Abraham. Si son la descendencia de Abraham también son herederos de las promesas que Dios le hizo a él.


Ustedes son hijos del SEÑOR su Dios. No deben hacerse cortaduras en la piel, ni raparse la cabeza para mostrar pesar por los muertos.


pues ustedes han muerto a su vieja manera de vivir, y ahora la nueva vida que disfrutan con Cristo, está guardada en Dios.


Hay una forma de saber quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo: el que no pone en práctica la justicia y no ama a su hermano, no es de Dios.


Mis estimados hermanos, ahora somos hijos de Dios pero todavía no sabemos lo que seremos en el futuro. Lo que sí sabemos, es que cuando Cristo regrese seremos como él, pues lo veremos tal y como él es.


De esta manera, el amor alcanza su plenitud en nosotros, y así podremos estar seguros en el día del juicio. Tenemos esa confianza porque como Jesús es, así somos nosotros en este mundo.


Todo eso voy a darle al que salga victorioso; yo seré su Dios y él será mi hijo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos