Lucas 8:48 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

⁴⁸ Jesús le dijo: - Hija, por tu fe has quedado curada. Vete en paz.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁸ Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁸ «Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁸ Jesús le dijo: 'Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁸ Él entonces le dijo: Ve en paz hija, tu fe te ha salvado.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁸ Él le dijo: 'Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz'.

Lucas 8:48 Referencias Cruzadas

Mateo 12:20

No romperá la caña quebrada ni apagará el pabilo humeante hasta que haga triunfar la justicia.

Mateo 8:13

Luego dijo Jesús al oficial: - Vete a tu casa y que se haga como creíste . En aquel mismo momento, el asistente quedó curado.

Mateo 9:2

Allí le llevaron un paralítico echado en una camilla; y,viendo Jesús la fe de los que le llevaban, dijo al paralítico: - Animo, hijo.Tus pecados quedan perdonados.

Mateo 9:22

Pero Jesús se volvió y, al verla, le dijo: - Animo, hija, por tu fe has quedado curada. Y la mujer quedó curada en aquel mismo instante.

Marcos 5:34

Él le dijo: - Hija, por tu fe has quedado curada. Vete en paz, libre ya de tu enfermedad.

Lucas 17:19

Y a él le dijo: - Levántate y vete. Por tu fe has sido salvado.

Lucas 18:42

Jesús el dijo: - Recobra la vista. Por tu fe quedas curado.

Lucas 7:50

Pero Jesús dijo a la mujer: -Por tu fe has sido salvada. Vete en paz.

Lucas 8:47

Entonces la mujer, al ver que no podía ocultarse, fue temblando a arrodillarse a los pies de Jesús, y en presencia de todos declaró por qué le había tocado y cómo había quedado curada instantáneamente.

Hechos 14:9

Estaba escuchando con atención a Pablo, cuando éste fijó su mirada en él y percibió que tenía fe bastante para ser sanado.

2 Corintios 6:18

Seré padre para vosotros, y vosotros seréis mis hijos e hijas - dice el Señor todopoderoso.

Hebreos 4:2

La buena noticia nos ha sido anunciada tanto a nosotros como a ellos; sólo que a ellos de nada les sirvió haberla oído, pues no hicieron causa común con quienes le escucharon con fe.